Neuromoduladores

Los neuromoduladores actúa produciendo una debilidad de la musculatura donde se inyecta haciendo que estos músculos no tengan tanta fuerza de contracción y por tanto no produzcan tantas arrugas en la cara, ya que toda arruga se origina como consecuencia de la contracción de los músculos que hay debajo de la piel. El tratamiento con toxina botulínica por tanto relaja y en ningún caso actúa como material de relleno.
No se debe confundir por tanto con otros productos como el ácido hialurónico.

Probablemente el acontecimiento más importante en la evolución de la medicina estética mínimamente invasiva ha sido el desarrollo de los neuromoduladores, para el uso cosmético como tratamiento de las arrugas de la frente, el entrecejo y la región periorbitaria (patas de gallo).
El uso de neuromoduladores se ha convertido en unos de los tratamientos más demandados con mucho.

El tratamiento con neuromoduladores está indicado para:

  • La corrección de las arrugas de la frente

  • La corrección de las patas de gallo y arrugas periorbitarias y el entrecejo

  • Tratamiento de la sonrisa gingival

  • Tratamiento de la hiperhidrosis de manos y pies o sudoración excesiva.

  • Las distonías oromandibulares, hipertrofias maseterinas o alteraciones neuromusculares de los músculos masticatorios

  • Migrañas

  • Cervicalgias

Hoy día, los neuromoduladores es una de las técnicas mínimamente invasivas mas seguras que proporcionan mayor mejora y rejuvenecimiento facial. El procedimiento dura 15 minutos y el paciente puede incorporarse inmediatamente a su actividad diaria. Los cuidados son mínimos como no realizar ejercicio físico, no saunas ni piscinas ni usar casco las primeras 24 Hs.
El efecto de la toxina botulínica dura alrededor de 6 meses, si bien, conforme se va aplicando a lo largo del tiempo las mejoras se prolongan de la misma manera.

 
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